La sharía que no cesa

Batuska, aquí te dejo un artículo reciente con el que martirizo a los escasos lectores de mi blog. No es obligatorio leerlo, pero sí comentarlo si la osadía ha llegado a tal límite

Hace unos días discutía con un antiguo profesor mío sobre el derecho o legitimidad que puede tener Occidente para imponer criterios sociales y culturales de progreso, a sociedades de atávicos prejuicios arcaizantes o, en un estado evolutivo muy primario con respecto a las sociedades, digamos, desarrolladas. Si analizamos el problema desde unos parámetros objetivos, las poblaciones de tales países, en su inmensa mayoría, sufren de una menor libertad, de unas ínfimas condiciones de vida, de una salud peor y, por tanto, de una menor esperanza de vida. Pero, ¿son por ello menos felices que algunos acomodados europeos, por ejemplo? Hace uno años y con ocasión de un viaje a la India y Nepal, en esa India profunda de la miseria más descarnada, de las anacrónicas castas y de la lepra, nunca llegué a encontrarme con la mirada de la desolación y la angustia en ninguno aquellos cetrinos y escuálidos rostros. Incluso, pensé que de alguna forma y manera, eran felices. La felicidad no es un concepto o valor absoluto, quizá tiene dimensiones de percepción y sentimiento tan distintos como complejas son las entidades sociales donde se incardina cada individuo y su proyecto vital.

Puede, entonces, que estemos ante una virtuosa capacidad inconsciente de adaptación al medio, al entorno, por hostil, perverso e injusto que este pueda ser. En este sentido, serviría aquel pensamiento que nos dejara Shopenhauer en su obra Parerga y Paralipómena, y que venía a decir, que el hombre será feliz mientras se deje conducir por su destino, y desdichado y arrastrado por ése mismo designio si se opone a él.

Igualmente, la sharia, que se impone como norma de conducta habitual a buena parte de la población musulmana, es una terrible afrenta a la razón, a la libertad individual, y supuestamente debería suponer una barrera infranqueable para a cualquier forma de paz espiritual o estado de felicidad.

De ingenua hay que considerar pues, aquella esperanza de cambios de valores y conciencia social que algunos esperábamos a consecuencia de la intervención −aún no fuera el fin de la misma− de las tropas norteamericanas en países como Irak o Afganistán. En realidad, el conflicto por lo que al tema concierne, no ha supuesto otra variante que el cambio de un sátrapa por otro bajo vigilancia y control. Y con la excusa perfecta de un escrupuloso y exquisito respeto por las culturas autóctonas y las tradiciones particulares (malditas algunas), nos encontramos con los mismos burkas de siempre, con las mismas suras y versos coránicos aplastando la dignidad humana y como los mismos y delirantes talibanes.

En definitiva, los atavismos que subyacen en lo más profundo de la conciencia identitaria colectiva determinan la realidad. Ninguna sociedad o cultura puede salvar o liberar a otra que no quiera serlo. El poso indeleble del más abyecto acervo que la tradición ha inoculado en las mentes, y la falsa seguridad que ello les confiere, pesa más que la posibilidad de una esperanza.

Sólo queda aferrarse a la feliz y atrevida sonrisa que bajo el burka nos sorprende, y a aquel título de una comedia de Caderón de la Barca, que ya tomó la historiadora Carmen Iglesias para escribir de nuestro pasado: No siempre lo peor es cierto.

Muy bien.

Este tema es bastante espinoso, y creo que no siempre llegamos a comprender bien del todo aquello que nos es ajeno. Una cultura tan diferente a la nuestra, como la musulmana, por fuerza ha de producir un choque cultural, por fuerza ha de ser un motivo de permanentes conflictos... tradición/progreso, religión/razón, etc
El tema de tu escrito, si no me equivoco, es que planteas la legitimidad o ilegitimedad que pueda tener occidente a la hora de imponer su forma de vida y su cultura.

El tema ya viene de lejos, piensa por ejemplo en Turquia siglos XVI y XVII, e incluso actualmente. Este pais es el mejor exponente de esa lucha que se sostiene permanéntemente en el mundo árabe. ¿Abrirnos a occidente a costa de perder nuestra identidad?, o, ¿Mantenernos fieles a la tradición y de espaldas al progreso?

Dices que estas sociedades viven en un estado evolutivo muy primario con respecto a "nuestra" sociedades desarroladas, pero yo añadiría a esto una pregunta: ¿cual es la causa de ese atraso?
Se supone que la suma de muchos factores a determinado esa causa. Uno de los factores que, en mí opinión, no cabe discutir, es el poco o nulo desarrollo que en estos paises tuvieron las ideas ilustradas. Los ecos de las revoluciones francesa y americana, en un momento clave de la historia de la humanidad, no fueron escuchados, ni de lejos por el pueblo árabe, sumido en su letargo, adormecido por sus líderes religiosos, gobernados brutal y despóticamente...
Consecuencia: Siglos y siglos de atraso económico y social, consecuencia de esto: siglos y siglos de atraso Cultural.

Yo creo sincéramente que nuestra cultura, o mas bien, nuestro "código cultural", es muy superior al de aquellos que hacen sufrir a una pobre niña de 12 años, no solo con el burka, sino con el sinfín de crueldades que han de padecer en nombre de la religión: matrimonios concertados con vejestorios, ser menos que un trozo de carne con vagina... Y solo por la mala suerte de HABER NACIDO MUJER.

En todo caso si queremos explicarles las bondades de nuestra cultura occidental, creo que bombardeándolos no es la mejor manera de hacerlo.
Democracia de verdad, Progreso y Re-educación, esa es la fórmula.

Bien, Batuska, bien.

Me parece muy acertada tu respuesta.

Como verás, he intentado mantener inicialmente una postura neutral o aséptica con respecto al tema. Pero como afirmó alguien, sólo se reconoce a los hombres y se saben de ello y de sus últimos pensamientos en las situaciones límites. En tal sentido, llevemos por un momento el hecho de debate al paroxismo. Démosle una nueva perspectiva para su análisis.

Si consideramos ese hecho de respecto para con las costumbres y tradiciones particulares inalienable –aunque este conculquen principios y derechos humanos fundamentales−, ¿no estamos subordinando uno derechos y valores de rango superior a otros de inferior naturaleza?

Dicho de otra manera, si por respetar tradiciones o atavismos, no vamos a terminar despreciando valores y derechos de rango muy superior que esas mismas tradiciones vienen a conculcar, como la vida, la libertad y la seguridad. En una prevalencia de derechos individuales, ¿no estaría primero el de la vida y la dignidad de esta misma, antes que el de los atavismos seudoculturales?

Y esto es así, en la certidumbre de una conciencia básica de derechos fundamentales asumidas y asimiladas por nuestras sociedades occidentales. Que si se puede cuestionar la imposición o exportación forzosa de nuestros propios valores a otras “culturas”, no entiendo que lo sea, del mismo modo, la de la protección de la vida y otros derechos fundamentales de súbditos de estados teocráticos o sistemas políticos perversos; por el contrario, se trata de una obligación ética y moral que nos corresponde.

Por otra parte, comparto contigo básicamente el argumento que explica la diferencia entre las sociedades teocráticas islámicas y las occidentales, en el hecho de una ausencia en las primeras, de las reformas sociales propias de la Ilustración. Pero yo me remontaría para ello incluso a la modernidad. Quizá fuera a finales del siglo XIV cuando se comenzara a gestar esa definitiva divergencia de dos tradiciones diferentes pero en un claro paralelismo hasta entonces. Aquí recuerdo, como ejemplo, El Príncipe de Maquiavelo, y su nueva visión del gobierno y en las sociedades de los nuevos estados modernos.

Por último, quiero pedirte autorización, si a bien lo tienes, para copiar tu respuesta anterior en mi blog como comentario a al artículo.

Saludos

Permiso concedido, solo a cambio de que me proporciones el enlace.

Ya sigo el debate cuando tenga un poquito de tiempo.

Un saludo.

http://herodoto64.blogspot.com/

He estado leyendo alguno de los artículos del Blog, y la verdad es que hay cosas muy interesantes.
Tus opiniones son tuyas, está claro, y que tu las expresas como te dá la gana, faltaría más, pero, sin ánimo de crear polémica espero que me permitas hacer una pequeña observación. Ojo! sin mal rollo por favor!

En una persona inteligente como sinceramente creo que eres, no puedo entender como al hablar de política se te "calienta el morro" de esa manera.
Al mostrar tus opiniones de esa manera tan vehemente(y a veces insultante), das muestras de una parcialidad que no casa con la que se supone debe tener alguien con tu buen hacer y buenas letras.

Conste que estoy hablando del estilo, no de la opinión en sí, pues tú eres libre de expresar tus pensamientos y lo que te dé la real gana, y dios me libre de censurar lo incensurable.

Ya sé que tu opinión sobre mi es la de que soy una especie de progre de salita, o algo por el estilo... nada mas lejos. Cierto que caso más con algunas ideas de la izquierda que con el neo-conservadurismo(neo-liberalismo como ellos lo llaman), pero eso no quita para que sea el pimero en criticar ciertos errores garrafales, y ciertas políticas dirigidas más a hacerse la foto, que a solucionar verdaderamente los problemas.
El gran problema del PSOE, es el problema endémico de toda la socialdemocracia europea, su OPORTUNISMO.
Bailar al son que mas suena. Ya lo hacía hace 80 años y lo sigue haciendo ahora.
Tampoco quita para reconocerle aciertos al PP. Su discurso claro en determinadas materias, su visión inamovible, etc... luego que cumplan es otro cantar, pero al menos parecen tener las ideas claras.

Me tengo que marchar luego sigo.

Estimado Batuska:

Agradecerte en primer lugar tu visita a mi lamentable bolg. Además, me doy cuenta que eres una agudo observador de la realidad, cuando haces referencia a la sátira beligerancia de parte de su contenido. Intentaré explicarme.

Cuando abordo ciertos temas o asuntos de nuestra actualidad, de la triste realidad que nos contempla, pretendo y manifiesto mi disconformidad de manera radical ─recuerda que el título del blog es el de Diógenes, y no lo es por casualidad─. A mi entender, el despotismo de una corrupta casta política, la conculcación de libertades y derechos individuales y la devastación de la propia nación en sí misma; no merecen una respuesta menor. Si bien es cierto que algunos adjetivos o epítetos son de grueso calado, lo son menos, en todo caso, que el desprecio y la afrenta que el propio sistema de corrupción política e institucional inflige a la ignorante teleplebe. Y ante todo eso, sintiéndolo mucho, no soy de corazón tierno, ni me ando con medias tintas, ni maquillo con hipócritas eufemismos, ni soy un pusilánime de espíritu. Dicho de otra manera, ante lo que me parece vil, detestable y perverso, mi oposición es radical. Soy y me muestro radical ─en un sentido verbal, claro está─ contra el Nazismo, Stalinismo u otros sistemas políticos (dictaduras o pseudodemocracias) que contravengan valores y derechos naturales del individuo y otros principios liberales.

En el mismo sentido, me parece espurio y pueril el debate maniqueista que se establece entre PSOE Vs PP. El sistema de corrupción y reparto del poder necesita de los dos para su mantenimiento. Se trata de alternancia y consenso, propio de las oligarquías partidistas, que se reparten el Estado y sus instituciones o las politizan (La Justicia es el ejemplo más sangrante). En las democracias, las mayorías gobiernan, las menorías se oponen y la justicia es independiente.

No entiendo que seas un progre al uso; además, cada uno es muy libre de ser o pensar lo que quiera. Incluso, aunque te pueda parecer mentira, y por algunos textos que has dejado por aquí, coincidimos en muchos aspectos o mantenemos opiniones cercanas.

Saludos.

Hola

Gracias por tu mensaje, la verdad es que dá gusto charlar con alguien con pensamientos propios, y con las ideas claras, y que, además, lo hace inteligéntemente y no con diatribas como algunos otros energúmenos.

Yo también creo ser radical en lo que pienso, pero menos a la hora de comunicarlos o expresarlos. Intento ser "diplomático", aunque con ello sacrifique un poco la esencia de ese pensamiento. No sé por qué, pero no puedo evitarlo. Como tú bien dices, cada cual es como es.

Por partes:

Creo que tu último mensaje lo deja todo claro, comparto algunas de tus opiniones al 100%. Lo único que no comparto es lo de "ignorante teleplebe".
Cierto es que existe mucha ignorancia en la ciudadanía, ésta, según mis cálculos, puede ser de tres tipos diferentes:

1. La Hereditaria, por generaciones anteriores de pobreza, marginalidad, etc.
2. La Sobrevenida, en aquellos que aun siendo inteligentes y con inquietudes, les cae el tupido velo de la ceguera.
3. La Ignorada, donde listos y tontos se dan la mano para ir a ver el partido de futbol, o se sientan delante de los telecorazónes, cual abducidos por seres de otras galaxias... y mas allá de esto, la NADA!

Pero a pesar de eso, la democracia es esto. También existe muchísima ciudadanía con una conciencia, con unos pensamientos propios, ¿como distinguiríamos unos de otros?

Siempre se me queda en el tintero seguir la conversación de la Sharia, luego lo intento, que es muy interesante.

Saludos!!!